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Consumo Consciente

Alimenta Bien Tu Cuerpo

Alimenta bien tu cuerpo - Lo que metemos en nuestro cuerpo importa. Llevar una dieta sana y equilibrada es importante para proporcionar al cerebro y al cuerpo los nutrientes que necesitan. Asegúrate de llenar tu plato con alimentos que te ayuden a sentirte mejor en lugar de alimentos que te hagan sentir perezoso. Concéntrate en los alimentos naturales y frescos que proceden de la Tierra y limita el número de alimentos procesados y el azúcar que introducimos en nuestro organismo. https://www.myplate.gov - enlace en inglés

El momento en que comemos también influye en cómo nos sentimos:

  • Mantén un horario de alimentación constante con meriendas saludables de por medio.

  • Ten en cuenta cuándo te entra hambre para poder planificarlo con anticipación; no te dejes llevar por el hambre.

  • Deja tiempo suficiente para hacer la digestión antes de acostarte; la mayoría de los estudios recomiendan entre 2 y 3 horas como mínimo.

Nuestro intestino es un gran indicador de cómo nos sentimos, especialmente con relación al estrés. La ansiedad suele provocar cambios en los hábitos alimenticios: algunas personas pierden el apetito, se saltan comidas o sienten la necesidad de controlar su peso corporal. Otras pueden encontrar consuelo en la comida, comer en exceso o por estrés, sintiéndose cansadas e inseguras sobre su peso.

Si crees que no estás controlando bien tus hábitos alimenticios, no estás solo. Ten en cuenta que nuestros cuerpos cambian y se transforman constantemente; concentrarnos en cómo nos sentimos a través de nuestras elecciones alimenticias nos hará más felices y sanos en lugar de concentrarnos en cómo nos vemos.

Si estás luchando contra un trastorno alimenticio, busca la ayuda de un ser querido de confianza o de un profesional de la salud.

Mantente hidratado - Esta sencilla sugerencia suele pasarse por alto. Bebe agua; el 75% de la materia cerebral es agua, no te saltes la forma más fácil de protegerla.

Cuando nos deshidratamos, nuestro cerebro se nubla y funciona con poca energía, lo que provoca cambios de humor, más comúnmente la depresión. La falta de agua también provoca un estrés extremo en nuestro cuerpo, lo que a su vez hace que se desencadenen o aumenten la ansiedad y otros trastornos del estado de ánimo.

La cantidad de agua que necesitas depende de ti como individuo, así como de tu estilo de vida. Se recomienda beber al menos 8 vasos de agua al día, pero si eres muy activo o pasas mucho tiempo en la calor debes aumentar la cantidad.

Agua, Depresión y Ansiedad

Moderación - Reduce al mínimo el consumo de cafeína y alcohol; sé consciente de cómo te sientes durante las fases de abstinencia y busca ayuda si tu consumo se descontrola.

Conoce tus límites y cómo el alcohol afecta tu comportamiento. Si te encuentras enfadado, triste o ansioso bajo los efectos del alcohol o durante las fases de abstinencia, es posible que quieras reconsiderar tus hábitos de consumo.

Hay muchas maneras de cambiar tus hábitos de consumo, prueba El Experimento del Alcohol como una forma de desarrollar una atención consciente en torno a tus prácticas de consumo de alcohol. Si estás luchando contra la adicción, habla con tu familia, amigos y profesionales de la salud: un sistema de apoyo es esencial para conseguir y mantener la sobriedad.

Recursos

Libros

  • Lo Que La Comida Le Hace A Tu Cerebro: Una guía indispensable sobre los sorprendentes alimentos que combaten la depresión, la ansiedad, el trastorno de estrés postraumático (PTSD por sus siglas en ingles), el trastorno obsesivo-compulsivo (OCD por sus siglas en ingles), el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (ADHD por sus siglas en ingles) y mucho más, de Uma Naidoo.

  • Pensar con el Estómago: Cómo la relación entre digestión y cerebro afecta a la salud y el estado de ánimoby el peso de Emeran Mayer

  • Hanger Management: Domina tu hambre, mejora tu estado de ánimo, tu mente y tus relaciones de Susan Albers

  • Más, Ahora, Otra Vez: Una Memoria de Adicción, de Elizabeth Wurtzel

  • Siempre Serás Mi Hijo: El viaje de un padre a través de la adicción de su hijo, de David Sheff