La campaña "Una pastilla puede ser fatal" en las redes sociales se dirige a los jóvenes con un mensaje sobre el peligro del fentanilo
Melanie Wingo | Fuente: KCRA3 Sacramento News
Las familias transforman el dolor en acción asociándose con Snapchat, Facebook y Google para hacer correr la voz sobre las intoxicaciones por fentanilo.
Una nueva campaña de servicio público sobre las consecuencias potencialmente mortales de tomar pastillas falsas recetadas está llegando a los adolescentes y jóvenes adultos justo donde más frecuentan: las redes sociales.
Los usuarios de Snapchat, Instagram y Facebook de este grupo de edad pronto empezarán a ver anuncios en los que se llama la atención sobre los peligros de tomar incluso una sola pastilla.
Los gigantes de las redes sociales han unido fuerzas con familias que han perdido a seres queridos por intoxicaciones con fentanilo para llevar a cabo esta iniciativa masiva denominada “One Pill Can Kill” o "Una Píldora Puede Ser Fatal".
La campaña utiliza contenidos, anuncios digitales y anuncios de servicio público - incluso un lente de Snapchat - para concienciar sobre lo que se conoce como la crisis del fentanilo.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades las muertes relacionadas con opioides sintéticos fueron casi 12 veces mayores en 2019 que en 2013, y se han acelerado durante la pandemia.
El esfuerzo también arrojará luz sobre el aumento meteórico de envenenamientos y muertes que han resultado de adolescentes y jóvenes adultos, comprando lo que creen que son medicamentos recetados de uso común en aplicaciones de redes sociales, solo para ser víctimas después de ingerir píldoras que están hechas con cantidades letales del poderoso opioide.
“Uno de nuestros principios rectores es llevar nuestro mensaje a los jóvenes allí donde están, es decir, en las redes sociales», afirma Ed Ternan, cofundador de la organización Song for Charlie.
Ternan y su esposa Mary perdieron a su hijo Charlie por intoxicación de fentanilo en la primavera de 2020, fundaron Song for Charlie, una organización sin fines de lucro que, como se indica en su página web, "...crea y distribuye programas educativos que abordan los peligros emergentes de la auto-medicación y el consumo ocasional de drogas en la era del fentanilo y que fomentan estrategias más saludables para afrontar el estrés."
Según los datos de usuarios más recientes de Snapchat, la plataforma llega a un asombroso 90% de los jóvenes de entre 13 y 24 años en Estados Unidos.
Ese grupo demográfico, cree Ed Ternan, se correlaciona con aquellos que en las redes sociales experimentan más a menudo con lo que creen que son medicamentos recetados.
Si conseguimos que participen y apoyen nuestro esfuerzo, tendremos un impacto real a corto plazo a la hora de alertar a los niños sobre estas píldoras falsas», dijo Ternan sobre la iniciativa “One Pill Can Kill”, que, según él, surgió de los esfuerzos que hizo tras la muerte de su hijo para llegar a la mesa de las empresas de medios sociales, como la de Snapchat, para debatir sobre cómo educar a la gente sobre los peligros de tomar píldoras compradas en línea.
Un gran peligro que presentan estas píldoras falsificadas es su aspecto, explicó Ternan. Están diseñadas para parecerse a algo que a los niños les resultaría familiar y confiable.
Laura y Chris Didier compartieron por primera vez las dolorosas y trágicas circunstancias que rodearon la muerte de su hijo Zach con KCRA 3 en un reportaje especial report (enlace en inglés) con la esperanza de salvar otras vidas.
Zach compró una pastilla que creía que era un analgésico con receta. Los médicos determinaron más tarde que esa pastilla contenía una dosis letal de fentanilo. Zach murió en su casa poco después de consumirla en diciembre de 2020.
A diferencia de otras drogas con las que los adolescentes pueden experimentar y dejar atrás, el fentanilo -consumido incluso en una cantidad equivalente al tamaño de tres granos de arena- puede ser letal.
Los Didier afirman que los padres deben darse cuenta de que el paradigma y el panorama de las drogas han cambiado radicalmente desde que ellos eran adolescentes.
En el caso de su hijo Zach, no había señales de advertencia, como que se encerrara en sí mismo o que bajara sus notas.
"Todo lo que recibes es un brusco despertar cuando ocurre esto", dijo Laura Didier. "No teníamos ni idea de este problema. Nos sorprendió la muerte de nuestro hijo".
Laura describió cómo ella y su familia se han enterado de que pastillas como la que ingirió Zach se fabrican por millones. Tienen el mismo aspecto que el Xanax, el Adderall, el Percocet o cualquier otro medicamento que la gente busque para todo, desde el control del dolor hasta la ansiedad.
"Está a nuestra izquierda. Está a nuestra derecha. Delante de nosotros. Está en todas partes", afirma Chris Didier. "Es una cruzada en la que todos estamos embarcados para salvar vidas. Sólo queremos que la gente sepa en lo que se está metiendo".
Además de participar en grupos de divulgación y apoyo locales y en internet y de presionar para que se promulguen leyes que combatan la crisis del fentanilo, los Didier apoyan la iniciativa "One Pill Can Kill" o "Una Píldora Puede Ser Fatal" de Song for Charlie. Su único deseo es que un programa como éste hubiera llegado a Zach antes de que fuera demasiado tarde. "Mi hijo nunca habría tomado esa píldora si hubiera sabido que el mercado estaba inundado de estas píldoras falsificadas", dijo Laura Didier. "Así que si ésta es una forma de hacer llegar esa información -de inmediato- a sus manos, hay que ir allí donde están los niños".
Para obtener más información y recursos que te ayuden a iniciar una conversación con tus hijos sobre la intoxicación por el fentanilo y los peligros de las píldoras falsificadas con receta, y para asumir el compromiso No a las píldoras al azar!”, visita la página web de la organización Song for Charlie organización.